sábado, 7 de septiembre de 2013

Madrid, ciudad descartada

Por tercera vez consecutiva Madrid concurría a la elección para ser sede de unos Juegos Olímpicos y Paralímpicos, en este caso los de 2020, pero nuevamente la misma respuesta por parte del movimiento olímpico y paralímpico: NO.

Llegados a este punto tal vez sea bueno reflexionar más allá de los focos mediáticos y considerar que las razones por las que no es elegida Madrid van más lejos de lo que algunos quieren considerar. 

En un mundo en expansión, en el que cada vez hay nuevas potencias económicas las luchas de intereses se recrudecen y se acaban por reflejar en todos los ámbitos, el del deporte también. Por ello tal vez deberían nuestros dirigentes reconsiderar si esa insistencia en ser sede olimpica/paralímpica no es más que una cabezonería o lo que muchos perciben como una cortina de humo ante los múltiples problemas sociales y de corrupción política.

En una elección de este tipo las claves van más allá de lo meramente sentimental y probablemente son muy pocos los que realmente conocen los entresijos que se mueven en un coto tan cerrado como el COI pero la solidez del proyecto debe estar a prueba de bomba incluso más allá. Además se deben reflejar muchos aspectos que para la mayoría pasan desapercibidos pero que debe ser el ejemplo de hacia donde se espera llevar la ciudad y el país sin obviar la situación actual.

Junto a todo ello, las intervenciones creo que deben ser más técnicas y menos políticas, y en España existe mucha tendencia a que hablen más los políticos que los que realmente entienden del asunto. Paralelamente a ello la imagen dice mucho y detalles como intervenciones en español, dificultades con el inglés, etc generan trabas a la hora de transmitir el mensaje y es junto con todo lo anterior la causa por la que se pierda elección tras elección.

El futuro por contra se torna oscuro y complicado, los deportes alejados de las portadas y los primeros planos corren un gran riesgo de caer en el olvido, lo que podía haber sido una gran inyección económica se puede traducir en pérdida de ingresos, subvenciones... que unida a la ya existente puede llevar a que deportistas de élite decidan dejar la práctica deportiva y cuando menos que el nivel competitivo de España descienda a los niveles previos a Barcelona 92.

Los sistemas de becas ADO y ADOP, que cada año pierden aportaciones, veian en Madrid 2020 una oportunidad de asegurar su existencia hasta al menos esas fechas y que el Gobierno de España los potenciara pero ahora la situación se ha dado la vuelta.

Ahora, es cuando nuestros dirigentes deben reflexionar y reconsiderar sus discursos y ahora es cuando toca estar al lado de los deportes minoritarios o sino dentro de unos años los éxitos de la natación sincronizada, el waterpolo, la gimnasia rítmica, el nivelazo del deporte paralímpico español... será algo de lo que solo oiremos hablar en las hemerotecas y no en el día a día de la información deportiva.

Concluyendo, Madrid ha perdido el tren olímpico/paralímpico y esperemos que el del deporte minoritario ni descarrile ni se detenga.