martes, 24 de marzo de 2015

El vuelo 4U9525

Eran las 11:55 de la mañana y en Dusseldorf debería de estar aterrizando un Airbus 320 (A320) de la compañía Germanwings pero no lo hizo, algo más de una hora antes y a 38000 pies de altura algo salió mal y el aparato se precipitó sobre el macizo de los Tres Obispos en los Alpes franceses, volaban 144 pasajeros, dos pilotos y cuatro tripulantes de cabina, todos han fallecido.



Tan breve como triste se resume la última tragedia de la aviación civil europea, cuando aún resuenan los ecos del vuelo de Malaysia Airlines derribado en territorio ucraniano y persisten las incognitas sobre que les ocurrió al A320 de Air Asia y al ya, por desgracia, mítico Malaysia Airlines 370 cuyos restos nunca aparecieron y su paradero es una incógnita a lo largo de hoy.

Uno como aficionado a la aviación que es rápidamente trata de buscar la respuesta a todas las preguntas posibles pero sobre todo a la más importante ¿qué pudo suceder para que ese avión se haya venido abajo? Es algo que nos deberá responder la investigación de la catástrofe y cuanta mayor tranquilidad tengan los investigadores mejor resultado podremos obtener.



Ante todo hay que tener ciertos aspectos claros, el primero que el avión pese llevar cerca de 25 años operando esta en plena vida útil ya que la normativa europea en cuanto a revisiones y mantenimiento es sumamente restrictiva y permite mantener con plena operatividad a los aviones por 30 años o incluso más. La aeronave siniestrada data de finales de 1990 y comenzó a operar sus primeros vuelos comerciales en febrero de 1991 para la compañía Lufthansa, la aerolínea principal de Alemania, hasta que en 2003 pasa a operar para Germanwings que es la filial de vuelos baratos de Lufthansa.

El hecho de que el avión siempre operarse para Lufthansa y su filial no nos puede llevar a pensar en un déficit de mantenimiento ya que precisamente pertenecer a una compañia europea y operar rutas con origen/destino en el viejo continente conlleva cumplir las estrictas normativas de mantenimiento anteriormente mencionadas.



Los pilotos por su parte contaban con la formación y experiencia suficiente como para resolver incidentes en pleno vuelo por lo que en el cumplimiento de sus obligaciones esta claro que buscaron controlar el avión en todo momento resultando imposible.

Recientemente se ha hecho público un informe sobre un incidente en un vuelo de la compañía Lufthansa de Bilbao a Munich en el que los pilotos tras detectar un inicio de descenso no programado del avión y comprobar que las sondas que miden el ángulo del avión respecto a las alas se habian congelado por lo que emitian una señal equivocada al avión impidiendo que el sistema de protección Alpha del que gozan los aviones de la familia del A320 entrase en acción. Pese a todo los pilotos del vuelo LH 1829 lograron frenar la caida tras un descenso de 4000 pies.



No es posible afirmar que el accidente del Germanwings 9525 se haya debido al mismo problema que el sufrido por el LH 1829 pero no cabe duda de que situaciones similares se produjeron y que además hace unos meses otro A320 de AirAsia también sufrió una pérdida de altitud para terminar estrellandose en el Océano Índico, demasiadas coincidencias que solo la investigación de la Agencia Alemana de investigación de accidentes aéreos podrá dilucidar junto con la Agencia Europea de Seguridad Aérea.

Pese a todos estos incidentes debo afirmar claramente que volar es seguro, nucna ha dejado de serlo, la tasa de siniestralidad es tremendamente baja y los controles en los procedimientos de revisiones técnicas y reparaciones son muy exhaustivos por lo que se minimizan aun más si cabe los riesgos.

No quiero dejar pasar la oportunidad de unirme al dolor de los familiares y amigos de los fallecidos en unos momentos tan trágicos. Descansen en paz.

lunes, 9 de marzo de 2015

Oviedo también existe en los barrios

En las próximas semanas dará comienzo la carrera electoral para las municipales y autonómicas, como bien sabeís quienes me seguíis habitualmente por las redes sociales y especialmente quienes me conoceis personalmente he dado un paso adelante en mi compromiso ideológico con el PSOE y formo parte de la candidatura de Wenceslao López al Ayuntamiento de Oviedo.



Si algo ha caracterizado a Oviedo en los últimos años es un crecimiento desproporcionado y sin sentido de obras a medio hacer como los famosos "Spas" de MonteCerrao y el Naranco, de los cuales el primero ha sido entregado a una empresa privada para su conversión en un macrogimnasio que ejerce competencia desleal a los gimnasios tradicionales de la ciudad. En el del Naranco se habla de un nuevo Palacio de Deportes pero sin concretar absolutamente nada salvo que previsiblemente su gestión sea nuevamente externalizada privando a los ciudadanos de un control eficaz sobre la misma y dejando el actual Palacio de Deportes aún más infrautilizado de lo que ya está. Y esto es solo un pequeño ejemplo.



Decía recientemente el Alcalde Agustín I. Caunedo (PP) que su idea para Oviedo es que sea una ciudad "Sexy" pero me parece que el señor alcalde y quien suscribe diferimos enormemente en nuestra idea de ciudad o al menos la parte de Oviedo que debe ser sexy, para ello pondré un ejemplo a menos de 50 metros de mi casa.



Como muchos habreis comprobado en el Paseo de los Álamos hay una zona ajardinada que cada día se cambia para indicar la fecha actualizada con unos arbustos y plantas perfectamente podados y cuidados, vamos lo que todos podríamos entender como algo "sexy" o atractivo para el ciudadano y el turista.

En cambio uno se desplaza a una de las muchas zonas verdes de La Corredoria y Prados de la Vega para darse de bruces con la otra cara de una ciudad que para nada es "sexy" ya que el cuidado de jardines, aparatos de ejercicio al aire libre, limpieza, etc brilla por su ausencia.


En las proximidades del Colegio Carmen Ruiz Tilve -La Corredoria III- se ubica una zona verde amplia a los pies de la calle Colegio Hispania, en la misma como podreis comprobar el cuidado es escaso por no decir nulo, incluso hay matorrales de los que se usan en las grandes construcciones de autovías y ferrocarriles para fijar el terreno que han venido a crecer a las puertas de nuestras casas, una especie de fácil propagacíón y que mucho me temo que de no actuarse con la debida diligencia pronto abundará en la zona con la consiguiente mala imagen.


Siempre he creido que Oviedo es algo más que el centro de la ciudad, los barrios también merecen la atención y el mismo cuidado por parte de los servicios municipales ya que la gran mayoría de la población reside en ellos y no en un centro cuyas edificaciones están destinadas en gran número a la vida administrativa de la ciudad.

Si algo planteamos desde el PSOE es precisamente revertir la situación e incrementar las atenciones a los barrios sin desatender el centro porque Oviedo tambien existe en los barrios.